La orientación no solo interviene en el caso del alumnado con más dificultades, sino que lo hace para todos.

¿Cómo alcanzamos el éxito socioeducativo de todo el alumnado? ¿Cómo hay que organizar el centro para ofrecer una buena orientación y acompañamiento a todo el alumnado? Hablamos de todo ello con Mercè Vicién, pedagoga del Departamento de Orientación Educativa del Instituto Escuela Municipal de Trabajo (EMT) de Granollers, durante la jornada online “Las evidencias en el aula: una educación con fundamento”.

A continuación recuperamos cinco aportaciones clave:

1. Que todo el mundo se sienta a gusto para aprender:

Para poder aprender, es necesario que nos sintamos a gusto. Para conseguirlo, Vicién afirma que hay que trabajar de forma transversal 5 objetivos clave, tanto durante la orientación como en el aula.

• Desarrollar el pensamiento crítico, la autonomía y la responsabilidad. Lograrlo implica trabajar también la inclusión de todo el alumnado y de sus familias.
• Fomentar un buen clima de trabajo y de convivencia.
• Prevenir el abandono escolar y el absentismo.
• Fomentar la formación a lo largo de toda la vida, entendiendo que el aprendizaje va más allá del final de la etapa educativa.
• Potenciar la motivación y la curiosidad.

2. Los ámbitos de la orientación:

En el Instituto Escuela Municipal de Trabajo de Granollers, la orientación se trabaja partiendo de 3 ámbitos:

• El académico: que hace referencia al acompañamiento y a la optimización de los procesos instructivos y formativos, que deben posibilitar que cada alumno obtenga los mejores resultados académicos de acuerdo con sus aptitudes y pueda gestionar su recorrido formativo con eficacia y autonomía creciente.
• El profesional: donde se permite a cada alumno concretar un recorrido formativo y experiencial que lo llevará a un objetivo profesional y a la elección de un recorrido afín a sus capacidades y sus aspiraciones.
• El personal: donde se trabaja el desarrollo socioemocional con el fin de mejorar la autoconfianza de los alumnos en las propias habilidades y capacidades.

En el informe Orientación educativa: hacia un modelo de orientación integrado para prevenir el abandono escolar, Gerard Ferrer-Esteban destaca que trabajar la orientación desde este prisma tridimensional es vital en entornos con una alta presencia de estudiantes de grupos sociales desaventajados, los cuales disponen de menos oportunidades para acceder al capital social necesario para tomar decisiones relativas a la educación terciaria. Los orientadores tienen el potencial de promover la permanencia en el sistema educativo más allá de la educación secundaria, aumentando así las tasas de graduación del alumnado con mayor vulnerabilidad social.

Para ello, desde el Instituto Escuela Municipal de Trabajo de Granollers, se llevan a cabo actividades enfocadas tanto al autoconocimiento y a la autoevaluación de las propias necesidades y habilidades como a los propios intereses y valores personales.

También se profundiza en los aprendizajes de competencias para la vida ―trabajando las competencias digitales, sociales, emocionales, etcétera―, así como en el conocimiento del entorno educativo y laboral.

Por último, se llevan a cabo actividades en torno al acompañamiento a la transición hacia etapas superiores que permitan desarrollar un proyecto de vida.

3. Fases y herramientas de trabajo

“Todas las fases de la orientación son importantes”. Durante la acogida, Vicién destaca la importancia de trabajar las expectativas de alumnos, familias y profesores respecto al centro y al curso, ya sea en la ESO, en bachillerato o en los ciclos formativos.

Durante el acompañamiento, se desarrolla el plan de mejora personal de cada estudiante, además del plan formativo-laboral.

Finalmente, la orientación también se encuentra presente en la transición hacia nuevas etapas o centros. Durante esta fase, Vicién recalca la importancia de trabajar especialmente actividades centradas en la seguridad en uno mismo para afrontar este cambio.

4. El trabajo en equipo es muy importante y el trabajo en red, también

Nuestra intervención como orientadoras tiene lugar tanto dentro del aula como fuera de ella

“Nuestra intervención como orientadoras tiene lugar tanto dentro del aula como fuera de ella”

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En el Instituto EMT a menudo se aborda el proyecto de vida del alumnado trabajando de forma conjunta tutores y orientadores, siendo estos últimos quienes desarrollan y guían las actividades que se llevan a cabo durante la tutoría.

Los orientadores también se encuentran presentes en las aulas de acogida, apoyando en caso necesario al alumnado de incorporación tardía, así como en los proyectos de diversificación curricular, adaptándose a las necesidades de aquel alumnado al que el método tradicional no ofrece respuesta, llevando a cabo una labor que va más allá del centro y trabajando de la mano con empresas para ofrecer a los alumnos de secundaria y de ciclos superiores prácticas en entornos laborales reales.

Por último, la orientación desempeña un papel clave en la coordinación con las comisiones de atención a la diversidad de Comisión Social, con la EAP y con Salud Mental, Justicia, etc. En definitiva, con todos aquellos agentes que intervienen en la educación del alumnado.

5. Metodología y fundamentación teórica

Una buena orientación implica realizar un ejercicio de revisión a final de curso.

En la memoria, vamos haciendo propuestas de mejora de cara al año siguiente y vamos actualizando lo que es el Plan de Acción Tutorial y el Plan de Acción de Orientación.

Más allá de la revisión de la labor llevada a cabo, la orientación también requiere de formación permanente a través de jornadas, seminarios, formación interna de centro, etc.

6. Inclusión orientadora

En el Instituto EMT basan sus programas de orientación en el decreto de inclusión. En el mismo, se distinguen tres grandes niveles de intensidad de orientación educativa: de carácter universal, de carácter específico y de carácter extraordinario e intensivo.

Estas medidas se ilustran en el siguiente diagrama en función del porcentaje de alumnado que típicamente se acoge, de forma aproximada, a cada nivel de medidas y apoyo.

En el informe Orientación educativa: hacia un modelo de orientación integrado para prevenir el abandono escolar se hace un especial énfasis en dar prioridad, invirtiendo esfuerzos y recursos, a la implementación de medidas y apoyos de tipo universal, que incluyen acciones, prácticas y estrategias de carácter preventivo y proactivo. Concretamente, nos referimos a actividades en el centro y a acciones y contenidos de orientación académica y profesional que forman parte de la oferta curricular y que cubren y combinan competencias cognitivas, metacognitivas y sociales.

7. Proyecto de convivencia

Una de las buenas prácticas que destaca Mercè Vicién de las que se impulsan en su centro es la que consiste en implicar al alumnado en su proceso de mediación, una labor que acostumbra a recaer principalmente en la figura del orientador/a.

8. Colaborar con la familia

Gerard Ferrer-Esteban destaca en su informe que los programas de orientación exitosos se caracterizan por implicar con éxito a las familias en los procesos de orientación que se llevan a cabo en las diferentes etapas, especialmente en las etapas tempranas y en todos los años de secundaria obligatoria, con el fin de preparar la transición hacia la posobligatoria.

Trimestralmente, el centro organiza un espacio de encuentro familiar en el que se puede hablar sobre educación y adolescencia, así como poner en común las preocupaciones de las familias.

9. Introducir actividades inclusivas y orientadoras

La orientación no se impulsa únicamente desde el centro. Forma parte de la labor del orientador programar actividades inclusivas disponibles en el entorno con el fin de realizarlas tanto dentro del aula como fuera del centro, lo cual permite cubrir las necesidades específicas de orientación académica, profesional y social de los estudiantes en riesgo de abandono.