¿Merece la pena agrupar a los estudiantes en las aulas?

15.06.2023
¿Tiene beneficios reducir la ratio alumnos-profesor en las aulas? ¿Merece la pena agrupar a los estudiantes dentro del aula como alternativa a la enseñanza tradicional? ¿Qué agrupamientos funcionan mejor? 

Comparte en las RRSS

¿Tiene beneficios reducir la ratio alumnos-profesor en las aulas?

La investigación ha señalado que la reducción de la dimensión de las clases puede generar beneficios a medio y largo plazo en términos de aprendizaje y continuidad de los estudios. 

Los beneficios derivados de la reducción de las clases se estiman aproximadamente en una ganancia de tres meses de progreso académico medio, favorable a las clases con quince alumnos, respecto a las clases con veintidós estudiantes de media.

Sin embargo, tener clases de tamaño más reducido no implica necesariamente que el profesor modifique los métodos de enseñanza o que cambie significativamente los usos del tiempo en clase. La clave es si la reducción de ratio es lo bastante alta como para que se produzcan cambios significativos en los estilos de aprendizaje de los estudiantes y, por consiguiente, en los resultados.

¿Merece la pena agrupar a los estudiantes dentro del aula como alternativa a la enseñanza tradicional?

Agrupar a los estudiantes dentro de las clases puede tener un impacto positivo en el aprendizaje, más que enseñar con todo el grupo-clase. Las evidencias prueban que todos los estudiantes, en especial aquellos que tienen menos aptitudes hacia el aprendizaje, se benefician de las estrategias de agrupamiento.

Este impacto positivo se verifica tanto en lo que respecta a los resultados cognitivos (rendimiento académico en lectura y matemáticas) como en lo que respecta a las competencias no cognitivas (autoconcepto general y actitud hacia la materia). Los efectos en la comprensión lectora serían equiparables a medio año del progreso académico, teniendo en cuenta el crecimiento medio de rendimiento en lectura observado anualmente. 

Sin embargo, pese a estos resultados, debemos tener en cuenta que agrupar por agrupar, sin aplicar ninguna estrategia de instrucción diferenciada respecto a la enseñanza con todo el grupo-clase, no genera, por sí solo, ningún efecto significativo. El efecto de los agrupamientos es más importante en la medida en que se utilicen materiales adicionales, el profesorado esté más formado o se utilicen estrategias de reconocimiento del esfuerzo y del trabajo al alumnado.

El impacto positivo de los agrupamientos es más importante en la educación primaria y debe ser implementado por lo menos una vez a la semana.

¿Qué agrupamientos funcionan mejor? 

Los agrupamientos entre las clases tienen un efecto prácticamente inexistente en el rendimiento académico, tanto en la educación primaria como en la secundaria.

Los agrupamientos homogéneos dentro de las clases favorecen los niveles medios de aprendizaje, pero en comparación con los agrupamientos heterogéneos, tienden a perjudicar a los estudiantes con bajas aptitudes hacia el aprendizaje.

Contenido relacionado

15.06.2023

¿Merece la pena agrupar a los estudiantes en las aulas?

¿Tiene beneficios reducir la ratio alumnos-profesor en las aulas? ¿Merece la pena agrupar a los estudiantes dentro del aula como alternativa a la enseñanza tradicional? ¿Qué agrupamientos funcionan mejor? 

13.06.2023

Gerard Ferrer-Esteban

Ariadna Custodio

2 factores clave para evaluar las estrategias de agrupamientos

Existen distintas aproximaciones sobre cómo y con qué criterios hay que agrupar a los estudiantes. Estas aproximaciones tienen implicaciones diversas en términos de organización escolar y derivan en diferentes resultados de aprendizaje. Pero ¿bajo qué criterios debemos evaluar los beneficios y perjuicios de estas estrategias?

13.06.2023

Cèsar Coll

3 claves para impulsar estrategias de agrupamientos efectivas

¿Qué se necesita para impulsar estrategias de agrupamientos exitosas que convivan con la diversidad de aprendizaje en las aulas?

13.06.2023

¿Trabajar con menos alumnos mejora los resultados educativos?

Mucha gente cree que reducir la ratio de alumnos por profesor facilita el trabajo de los docentes y la atención a la diversidad. Este principio se aplica tanto al tamaño de las aulas como al trabajo en grupos en clase. Por otro lado, también parece estar bastante extendida la creencia de que trabajar por separado con el alumnado que tiene un nivel académico más bajo y con el que lo tiene más alto es positivo, ya que se puede incidir más en los que tienen mayores dificultades y permite que los que van mejor avancen más rápidamente. Pero ¿la investigación ha demostrado si estas creencias se basan en realidades, es decir, si efectivamente es mejor trabajar con grupos más pequeños? ¿Y que los resultados mejoran si los grupos tienen niveles académicos homogéneos? ¿Qué se sabe acerca de los efectos reales de trabajar con estos criterios sobre los resultados? Para descubrirlo, acompáñanos en este pequeño juego: tú respondes a cuatro preguntas sobre las ratios y los agrupamientos en el aula y nosotros te iremos explicando lo que dice la evidencia más rigurosa. ¡Ponte a prueba!

13.06.2023

Ariadna Ferrer

Ariadna Custodio

Compartir clase: entorno y compañeros ¿Cómo nos debemos organizar?

Las estrategias de agrupamiento en el aula son las prácticas y decisiones docentes para conformar grupos de trabajo de un formato más reducido al de los grupos-clase ordinarios. Estas estrategias generalmente se aplican para gestionar la diversidad del alumnado y permiten mejorar el aprendizaje, la continuidad en los estudios y la diversidad del alumnado. Pero ¿Qué factores condicionan los agrupamientos? ¿Qué tipos de agrupamientos son efectivos? ¿Cómo deberían ser los agrupamientos heterogéneos para que sean efectivos? ¡Descúbrelo aquí!

Publicaciones relacionadas

01.02.2016

Miquel Àngel Alegre

Gerard Ferrer-Esteban

¿Qué estrategias de agrupamiento responden a criterios de efectividad y de equidad?

A pesar de las resistencias de una buena parte del profesorado y de las familias, los agrupamientos por niveles se han convertido en una estrategia cada vez más utilizada en centros de educación primaria y secundaria de Cataluña para responder a la creciente diversidad del alumnado.