Hace tiempo que en Cataluña los centros educativos están haciendo esfuerzos para incorporar las tecnologías digitales en las dinámicas de enseñanza-aprendizaje. Pero la digitalización sobtada de la educación que tuvo lugar el tercer trimestre del curso pasado, a raíz de la crisi de la Covid-19, ha puesto de manifiesto la magnitud de las diferentes brechas digitales existentes entre familias, entre docentes y entre centros educativos, en varios planos:

• La brecha de acceso, que tiene que ver con la disponibilidad de acceso a los dispositivos, al software y a la conexión de red.
• La brecha de uso, que hace referencia a las capacidades de profesorado, alumnado y familias para usar las tecnologías digitales con finalidades educativas (la competencia digital).
• La brecha de aprovechamiento, que está relacionada con la capacidad de los centros educativos de facilitar un uso de calidad a las tecnologías digitales, que empodere al alumnado.

La falta de preparación del sistema por la enseñanza en línea ha empeorado las desigualdades educativas: La ausencia de presencialidad y la respuesta de emergencia ha perjudicado al alumnado más desfavorecido. Por tanto, es imprescindible tomar las medidas necesarias para combatir las brechas digitales, garantizando el derecho a la educación y, en general, para avanzar en la digitalización educativa al servicio de la mejora de aprendizajes.

Recientemente, el Departamento de Educación ha hecho público el Plan de Educación Digital de Cataluña 2020-2023, que prevé mejorar las condiciones de acceso a las nuevas tecnologías mediante la compra de ordenadores e internet, y contempla un conjunto de acciones para generar competencias digitales en el alumnado, en el profesorado y en los centros educativos.

Es este, pues, un momento clave donde es imprescindible poder responder las siguientes preguntas:

• ¿Puede una escolarización en línea o híbrida (que combine presencialidad y aprendizaje en línea) ser tan efectiva que la escuela únicamente presencial? ¿Cómo se puede hacer viable, teniendo en cuenta las brechas digitales existentes entre familias y entre centros?

• ¿Cuáles son las potencialidades y límites de las tecnologías digitales en el ámbito educativo? ¿Qué herramientas son efectivas y cuáles no? ¿Para qué actividades, metodologías o estrategias educativas son o no son convenientes?

• ¿Qué medidas deben ayudar a avanzar en la incorporación, con éxito, de las tecnologías digitales en las prácticas educativas?