Un sistema inclusivo de atención a las necesidades educativas mejora los resultados académicos, las competencias sociales y reduce el abandono de los estudiantes con dificultades de aprendizaje.

Para que un sistema inclusivo como el que se pretende implementar en Cataluña tenga éxito en los centros, se necesitan herramientas adecuadas de diagnóstico y seguimiento del alumnado, coherencia y continuidad entre las medidas de atención a la diversidad, docentes capacitados y una cobertura suficiente de profesionales especialistas.

El Decreto conocido como de "escuela inclusiva", aprobado hace tan solo dos años, estableció como objetivo integrar todas las medidas y apoyos de atención educativa en un sistema integrado que dé respuesta a todos los estudiantes y cubra todas las etapas educativas.

La evidencia indica que un sistema inclusivo de atención a las diversidades de aprendizaje, como el que se pretende implementar en Cataluña, mejora las oportunidades educativas de los estudiantes con necesidades educativas y, en conjunto, de los centros educativos.
Pero ¿cuáles son las claves del éxito de estos sistemas? ¿Qué recursos profesionales, organizativos y materiales son necesarios para su implementación? ¿Cuáles son las características de las medidas de diversificación curricular más efectivas? ¿Y las medidas intensivas de apoyo a los estudiantes con mayores dificultades de aprendizaje? ¿Cómo podemos avanzar en nuestra región hacia sistemas inclusivos efectivos y sostenibles?