5 lecciones extraídas de los centros de nuevas oportunidades en Cataluña

09.06.2023
Alejandro Montes
A continuación apuntamos cinco lecciones o aprendizajes clave que hemos podido extraer del trabajo realizado por los centros de nuevas oportunidades en Cataluña y que nos ofrecen pistas muy relevantes para entender su(s) éxito(s), así como para mejorar la educación del mañana.

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Durante los últimos años, los centros de nuevas oportunidades están ocupando un espacio cada vez más central en el escenario educativo, así como en la lucha contra la desigualdad educativa en general y el abandono escolar prematuro en particular. Tal como se puede deducir de la propia terminología, los centros y las escuelas de nuevas oportunidades (antiguamente conocidos como centros de segundas oportunidades) trabajan para ofrecer alternativas de continuidad educativa que rehúyan los modelos académicos tradicionales, rígidos e impermeables.

Así pues, esta tipología de centros desempeña ―con sus especificidades organizativas y territoriales particulares― un rol fundamental a la hora de incrementar la equidad del sistema educativo. Para cumplir con esta función, su acción pedagógica se centra en el establecimiento de compromisos con aquellos y aquellas jóvenes procedentes de entornos social, económica y culturalmente más desfavorecidos con el fin de garantizar nuevas oportunidades de éxito educativo y de transición al mercado de trabajo.Por ello, a continuación apuntamos cinco lecciones o aprendizajes clave que hemos podido extraer del trabajo realizado por los centros de nuevas oportunidades en Cataluña y que nos ofrecen pistas muy relevantes para entender su(s) éxito(s), así como para mejorar la educación del mañana.

Lección 1. Estructuras formativas flexibles y personalizadas

El abandono escolar prematuro es un fenómeno complejo, diverso y multicausal. Así pues, la respuesta, tanto en términos de prevención como de compensación, también debe serlo. Garantizar el establecimiento de itinerarios flexibles y personalizados, que permitan individualizar los procesos de aprendizaje y las elecciones, transiciones y trayectorias educativas, debería ser una prioridad en esta lucha.

Si partimos de la idea de que cada joven debe “construir su propio camino”, hay que garantizar un diseño institucional que así lo permita. Y aquí los centros de nuevas oportunidades llevan años de ventaja. Asegurar que los y las jóvenes puedan probar, equivocarse y volver atrás es clave para eliminar el abandono por insatisfacción (en catalán).

Lección 2. Un currículum que combina la formación teórica con la formación aplicada

El plan de ampliación, diversificación y (re)significación de la oferta de formación profesional en Cataluña es una noticia excelente, aunque no suficiente. Hoy en día son aún muchos los jóvenes que demandan formaciones alternativas que conecten con un futuro profesional a corto y medio plazo. Formaciones que abandonen el excesivo academicismo de la actual ESO y que permitan desarrollar competencias prácticas profesionalizadoras.

Esta es precisamente la diferencia que ofrecen los centros de nuevas oportunidades: una formación con “significado”. Además, el arraigo de los centros de nuevas oportunidades en el territorio y su tejido empresarial es un ejemplo clave a la hora de garantizar transiciones progresivas, reales y estables al mercado laboral.

Lección 3. El rol central de los y las docentes y el acompañamiento como elemento innegociable

En la actualidad, la orientación y el acompañamiento formativos ―educativo, social y vital― son posiblemente algunos de los aspectos más relevantes y a la vez criticados. Sin embargo, los centros de nuevas oportunidades han encontrado en la figura del tutor y en los principios del acompañamiento subjetivo un pilar de acción pedagógica imprescindible para la realización de su labor.

Tal y como demuestran los distintos estudios realizados (en catalán), los y las profesionales de los centros de nuevas oportunidades se erigen como una figura central, estableciéndose como referentes positivos de todo el proceso de construcción de la trayectoria educativa y a menudo incluso más allá, acompañando en la posterior transición educativa o laboral fuera de la institución.

Lección 4. La reparación de los vínculos: el reconocimiento de las subjetividades

Los y las jóvenes que han vivido procesos de fracaso escolar y/o de AEP son jóvenes fundamentalmente dolidos y rotos. El miedo, la rabia, la inseguridad o la frustración son algunas de las emociones que florecen en su interior. Por lo tanto, escucharlos y ayudarlos en este proceso de reparación personal es una tarea central. Únicamente a partir del reconocimiento de las condiciones objetivas y subjetivas, materiales y simbólicas de la vida de estos y estas jóvenes pueden construirse itinerarios significativos y escenarios que posibiliten su éxito.

“Escuchar las necesidades de los y las jóvenes que han vivido procesos de fracaso escolar y/o de AEP es un factor indispensable para que dispongan de los recursos necesarios para su éxito.”

Lección 5. Poner al alumnado en el centro (más allá del discurso)

En los centros y escuelas de nuevas oportunidades, los y las jóvenes son los verdaderos protagonistas. Construir no tan solo itinerarios, sino también instituciones enteras en torno a sus tiempos de aprendizaje, sus ritmos, sus intereses y, lo que es más importante, sus necesidades, es posiblemente el mejor aprendizaje que podemos extraer de su labor diaria. Y ¿por qué no?, un ejemplo vivo de que si esta fórmula se implementa, otra forma de educación también es posible.En conclusión, a partir de estas cinco lecciones, hemos podido conocer algo mejor los elementos específicos que articulan el modus operandi de los centros de nuevas oportunidades en Cataluña. Estos, pese a estar lejos de ser perfectos, sí suponen un paso adelante en la incorporación de criterios para una mayor equidad educativa y social dentro del sistema. Asimismo, actúan como paraguas para muchos y muchas jóvenes que, sin su acción, se verían abocados a la exclusión social y educativa. No obstante, para que puedan seguir ejerciendo esta labor socialmente tan relevante y necesaria, la Administración pública debe apostar por su reconocimiento y progresiva integración.

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